El traje del mes de marzo son dos vestidos de polisón de dos piezas

Uno con hilo y raso de seda con una mantilla también de seda prendida en diadema de azahares y el otro con raso de seda con bordados de canutillo

 

La moda polisón es la protagonista del mes de marzo en el Centro Museístico Charo Acero y lo hace a través de dos vestidos que corresponden a la década de 1880. Esta moda acaba con los incómodos miriñaques del periodo romántico y el volumen de la falda se concentra bajo la espalda.

 

 

 

 

El polisón fue un armazón interior que reemplazó al miriñaque en 1870. Atado a la cintura bajo un par de enaguas, lo usaron las mujeres de finales del siglo XIX para que abultasen los vestidos por detrás, pero cayendo rectos por delante. El polisón fue un elemento fundamental en el vestuario de las mujeres acomodadas occidentales durante veinte años. Resultaba mucho más funcional que el anterior miriñaque. Pasó de moda en 1890, y desde ese momento, las prendas caerán hasta el suelo ya sin artificio alguno.

 

 

 

 

 

Estos dos vestidos se componen de jubón emballenado con manga tres cuartos y falda, siendo esta última prenda la que resulta más llamativa por sus diseños, drapeados y bordados. Como ocurrió en esta década, estos vestidos se caracterizan por la combinación de tejidos, hilo y seda en el ejemplar de falda sin cola y seda al tiempo que tiene tul bordado con canutillos de cristal en el que presenta cola plisada y forma de abanico. Los tonos de sus tejidos son marfil y beige claro. El modelo de 1881 se complementa con larga mantilla de seda, del mismo periodo y realizada a mano.

 

 

 

 

Ambos, se encuentran dentro de la colección nupcial de Eduardo Acero compuesta por un total de 35 trajes en la que predominan los trajes nupciales de mujer.