
Son los propios mayores los que gestionan las instalaciones que les cedió el Ayuntamiento, y son los que día a día dan contenido al mismo. De hecho, todos destacan la importancia que tiene el que se haya puesto a disposición del barrio este espacio, que se ha convertido en un referente para ellos y en el que, además, también han hecho en muchos casos nuevas amistades. Además de los diferentes juegos de parchís, cartas, bingo, entre otros; durante la semana muchas mujeres realizan diferentes manualidades, al tiempo que se encargan del ropero solidario que tienen en marcha. Un ropero que siempre necesita colaboración y lo que más necesario es ropa de niños y bebés.
Luis Cordón, el presidente del centro de mayores, destaca el que durante este año la aceptación del mismo ha ido creciendo, al igual que las actividades que se llevan a cabo, y ha sido todo un acierto, indica, el que se atendiera la petición de la presidenta de la asociación de vecinos, Maruja Olivares, de contar con este más que necesario centro.
Por su parte, Maruja Olivares, se mostró muy satisfecha porque esta reivindicación que durante años realizó su colectivo, sea una realidad que ha contado con el respaldo de los muchos vecinos del barrio, que cada día acuden al centro. Además, señala que ahora su trabajo se centra en que el actual colegio Cervantes se amplíe, ya que en los últimos años en el barrio hay gran número de familias que han ido llegando y que son familias jóvenes, con niños en edad de escolarizarse y lo lógico es que vayan al colegio de su barrio, subraya.
El primer teniente de alcalde, Luis Solís, también quiso destacar que los mayores del barrio, al igual que sucede en el resto de la ciudad, se implican, son participativos y siempre están dispuestos a colaborar en las diferentes iniciativas que se les plantean. Respecto al centro de mayores, señaló que desde el Ayuntamiento sólo se dio respuesta a una demanda que existía por parte de los mayores del barrio y éstos llenan de contenido este centro de mayores que cumple ahora un año.