El pasado sábado 25 de enero los villanovenses tenían una nueva cita en la ermita de la Virgen de la Aurora, una respuesta que ha sido masiva al igual que en años anteriores, un día en el que además el tiempo acompañó durante todo el recorrido.
Y es que son ya diez los años transcurridos desde que se decidiera que la Virgen fuera trasladada por todo el que quiera desde la ermita hasta la parroquia de la Asunción, donde permanecerá hasta el día de la Jira. Un traslado que se hace siempre coincidiendo con el sábado anterior a la festividad de las Candelas.
En este caso, el pasado sábado desde las 16.30 horas comenzó el traslado de la Virgen. Los ciudadanos acompañaron a la Virgen en la puerta de la ermita, donde fue despedida por el coro de la Hermandad de la Virgen de la Aurora y la Escuela Municipal de Danzas Folklóricas de Villanueva de la Serena. Después, la Virgen arropada por los peregrinos inició el camino de vuelta a Villanueva, un camino que recorrió por el de Pontezuela. Durante el recorrido, fueron muchas las personas que quisieron portar las andas de la Virgen. También, como ya es tradición en estos años, carretas y caballistas acompañaron a la Virgen durante el recorrido. Ya sobre las 19 horas, la Virgen fue recibida a las puertas de la iglesia de la Santa Cruz, donde el coro de la Santa Cruz quiso con un canto mariano saludar a la Virgen. Desde allí, partió en procesión acompañada por la Banda de Cornetas y Tambores de Nuestro Padre Jesús de Nazareno, por las calles Cruz del Río, calle Santiago, Plaza de los Conquistadores, calle Don Vicente Benítez-Cano, calle Nazareno, calle Virgen de Guadalupe, hasta la parroquia de la Asunción, donde a la llegada de la Virgen se celebró una solemne eucaristía.
La Virgen de la Aurora permanecerá en la parroquia hasta el día 21 de abril, cuando nuevamente regrese en procesión a su ermita. Además, en la festividad de las Candelas, los niños bautilizados durante el pasado año serán presentados a la Virgen, vestida con su traje de brea.